Intervención en un jardín existente con varias características particulares de diseño, como la previa caída de un laurel con un tramo de barda hacia la presa o como la ausencia de barda de colindancia con el vecino.
El primer paso fue hacer un inventario y análisis de lo existente, tanto de vegetación como de elementos construidos para definir su reutilización o sustitución.
Se establecieron 4 principios de diseño:
1. características del sitio, en ese sentido el jardín se delimita por bardas paralelas en la conlindancia con otros jardines y una vista hacia el fondo con varios planos subsecuentes.
2. elemento protagonistas del espacio y se clasificaron en orden de importancia para enfatizar su importancia con el diseño.
3. áreas de usos de las diferentes zonas del jardín, como son la terraza, el área de césped, los columpios o la zona de estar y se decide dejar un rombo de área libre al centro.
4. áreas jardinadas, se ubican en los vértices para que tengan mayor profundidad, con estratos crecientes y cada ves más distantes.
Bajo esos principios de diseño se seleccionó una paleta vegetal combinando las planta existentes con nuevas especies para crear una mezcla con diversas fechas de floración.
Se partió del centro hacia afuera para ir teniendo cubresuelos, setos, trepadoras y árboles, incluso se colocaron tres árboles, dos sicomoros y un liquidámbar en la barranca y cuyo follaje al crecer, quedará a la altura del jardín generando un plano mas para el diseño.
Para mantener la vegetación con un riego eficiente se propuso un sistema de riego programable, ajustable a cada época del año y con tipo diferenciado de riego según el tipo de planta. La iluminación se resolvió con luminarias con celdas fotovoltaicas integradas al rededor del los arbustos y un gran reflector en la azotea para iluminar el protagonista, la jacaranda.
Comentarios